Sorpresa en el corazon del poder fiscal

Sorpresa en el corazón del poder fiscal: Pazo dejó ARCA y el Gobierno apuesta por un hombre del interior

Un movimiento inesperado sacudió al núcleo de la estructura fiscal del Gobierno nacional. Juan Pazo presentó su renuncia a la conducción de la Agencia de Recaudación y Control Aduanero, el organismo que concentra las funciones impositivas y aduaneras del Estado, y su salida fue aceptada en medio de un clima de reconfiguración interna. La decisión se formalizó por decreto y abre una nueva etapa en un área clave para la administración económica.

Pazo había llegado al frente de ARCA como parte del rediseño del esquema tributario impulsado por el Ejecutivo, con el objetivo de ordenar la recaudación y reforzar los controles. Sin embargo, su ciclo se cerró antes de lo previsto y el Gobierno resolvió avanzar rápidamente con su reemplazo para evitar vacíos de conducción en un organismo estratégico.

En su lugar asumirá Andrés Edgardo Vázquez, un funcionario con trayectoria en el sistema impositivo y con fuerte conocimiento del funcionamiento interno del ente recaudador. Proveniente del interior del país, su desembarco al frente de ARCA fue interpretado como una señal de continuidad operativa, pero también como un gesto político que busca consolidar una nueva impronta en la gestión.

El cambio se produjo sin sobresaltos públicos, aunque no pasó desapercibido en los despachos oficiales ni en los sectores económicos que siguen de cerca cada movimiento en el área fiscal. La conducción de ARCA resulta determinante en el esquema de control tributario y aduanero, especialmente en un contexto de ajustes, reformas y redefiniciones del rol del Estado.

Desde el Gobierno dejaron trascender que la salida de Pazo se dio en buenos términos y que su desvinculación no responde a un conflicto abierto, aunque el relevo marca un punto de inflexión en la etapa que atraviesa el organismo. La prioridad, aseguran, es sostener el rumbo de la política fiscal y garantizar el normal funcionamiento de la recaudación.

Con la llegada de Vázquez, ARCA inicia una nueva fase bajo una conducción que deberá enfrentar desafíos sensibles, desde el control del comercio exterior hasta la eficiencia del sistema impositivo. El recambio, aunque administrativo, vuelve a poner en escena la centralidad de un organismo que opera en silencio, pero define buena parte del pulso económico del país.