La Plata, Barrio Norte es de los delincuentes

Los habitantes de Barrio Norte en La Plata atraviesan días de terror e incertidumbre. En las últimas semanas, una sucesión de robos, intentos de entraderas, motochorros y violentos episodios en comercios y viviendas han alterado la tranquilidad de calles que hasta hace poco eran consideradas seguras. A continuación, un repaso de los hechos que sacuden al barrio, con voces de vecinos atemorizados y la sensación generalizada de estar “desprotegidos”

En la madrugada del domingo pasado, la vivienda de Florencia Barcia, concejal de La Plata, fue saqueada por delincuentes que entraron forzando rejas. La concejal y su madre estaban en la cocina y, al volver a las habitaciones, encontraron todo revuelto. Hasta el momento no hay detenidos.

Los vecinos ya no saben qué hacer, en el barrio, se multiplican los robos a mano armada, asaltos con moto, arrastres, amenazas a plena luz del día. Comerciantes que cerraban sus locales temprano, familias que reforzaban con rejas puertas y ventanas todo parece insuficiente. El miedo se siente en cada esquina. Los habitantes del barrio apenas caen el sol se encierran en sus hogares quedando ellos prisioneros en sus propias casas de los delincuentes

En la noche del 29 de noviembre, delincuentes intentaron entrar a un edificio en 38 entre 11 y 12. Se escaparon cuando un vecino dio aviso al 911 uno más de una serie de intentos frustrados, apenas a 300 metros de la sede de una comisaría.

En otra esquina, en 1 y 37, un hombre fue asaltado por motochorros que lo abordaron sin darle tiempo a reaccionar y huyeron rápidamente. Según los vecinos, no fue un hecho aislado.

Vecinos entrevistados por Diario Identidad coinciden en definir la situación como “asfixiante”. Hay quienes sienten que viven “a la buena de Dios”: un robo tras otro, intentos de entrada a edificios ya tan recurrentes que se hartaron de llamar, denunciar, pedir patrullaje sin respuestas. “los que nos tienen que cuidar miran para otro lado, parece que no leen las noticias” dijo una vecina al Diario.

Algunos comerciantes optaron por cerrar más temprano, otros instalaron cámaras o reforzaron rejas. Pero muchos admiten que nada alcanza: “los delincuentes no se detienen ante ningún sistema de seguridad que podamos poner”, dicen, los comerciantes resignados. 

Barrio Norte ya no es ese rincón soñado de La Plata donde caminar tranquilo hasta la esquina era una rutina. Hoy las motos que pasan traen un sobresalto; las luces que parpadean provocan tensión. Hay puertas que se cierran con doble llave, ventanas con rejas, persianas bajadas antes de la hora y una sensación cada vez más general: la de vivir con miedo.

 El sentimiento de miedo invade a todos los vecinos, “me da mucha impotencia que quienes nos tienen que cuidar miren para otro lado, los platenses nos sentimos abandonados a la buena de dios,” dijo una vecina.