Falsas denuncias que destruyen vidas:siete años despues, la justicia absolvio a un padre acusado sin pruebas

La absolución de un ingeniero de La Plata puso fin a una causa que se extendió durante más de siete años y que expuso las consecuencias más duras de una acusación que nunca logró sostenerse con pruebas firmes. El cierre del proceso llegó tras un giro determinante en el juicio oral, cuando la mujer que había sido señalada como víctima se presentó ante el tribunal, ya siendo adulta, y explicó que la historia que había relatado en su niñez no respondía a hechos reales, sino a un escenario de manipulación familiar.

 El hombre absuelto fue Miguel Ángel Godoy, quien había sido denunciado en 2018 por su ex pareja. La acusación indicaba que, durante la infancia de la hija que tenían en común, se habrían producido episodios de abuso en el ámbito del hogar. A pesar del peso social y judicial de la imputación, Godoy transitó todo el proceso en libertad.

La causa tuvo idas y vueltas. En un primer momento, la Cámara de Apelaciones de La Plata entendió que no había sustento suficiente para avanzar y dictó el sobreseimiento. Más tarde, esa decisión fue dejada sin efecto por el Tribunal de Casación, que ordenó reabrir el expediente y llevarlo a juicio.

El debate se realizó la semana pasada ante el Tribunal Oral en lo Criminal de La Plata, presidido por la jueza Carmen Palacios Arias, con la fiscal Viviana Arturi a cargo de la acusación. La madre de la joven intervino como particular damnificada y sostuvo su versión inicial de los hechos.

 El punto de quiebre se produjo durante la declaración de la hija del acusado. Ante los magistrados, afirmó que el testimonio que había brindado años atrás en una cámara Gesell no había sido producto de su voluntad, sino de presiones y amenazas ejercidas por su madre y su abuela materna, en el marco del conflicto generado tras la separación de sus padres. El profesional de la psicología que la acompañó confirmó esa versión durante la audiencia.

 Con ese cuadro probatorio, el tribunal resolvió absolver al acusado y cerrar una causa que deja una reflexión inevitable. Las denuncias falsas no solo colapsan el sistema judicial, sino que destruyen vínculos, reputaciones y proyectos de vida. Aunque la Justicia termine corrigiendo el rumbo, el daño ya está hecho: años de estigmatización, desgaste emocional y una marca social que difícilmente se borra. Un problema silencioso que sigue repitiéndose y que exige responsabilidad, rigor y verdad desde el primer momento.