Del silencio a la calle:La CGT sale a la escena empujada por la presion social y convoca a una marcha clave

Después de semanas de quietud que empezaban a volverse incómodas, la CGT decidió romper la inercia y llamar a una movilización masiva en Plaza de Mayo contra la reforma laboral que impulsa el Gobierno nacional. La convocatoria, prevista para este jueves, busca reunir a una multitud y marcar un límite frente a un proyecto que, desde la mirada sindical, avanza sobre derechos históricos de los trabajadores.

La decisión no surge en el vacío. Durante un largo tramo del debate público, la central obrera fue cuestionada por su bajo perfil y por una actitud que muchos interpretaron como pasividad frente a cambios profundos en el mundo del trabajo. En los gremios de base y en amplios sectores sociales comenzó a crecer el reproche: el sindicalismo tradicional parecía correrse del rol que históricamente supo ocupar. Ese malestar fue calando y terminó por empujar a la conducción a moverse para no quedar definitivamente desdibujada ante su propia representación.

La marcha aparece, así como una respuesta tardía pero necesaria. No solo para rechazar una reforma que propone modificaciones sensibles en las relaciones laborales, sino también para recuperar presencia política y conexión con un electorado trabajador que empezaba a exigir señales claras. En la CGT saben que esta demostración será observada con lupa: no se trata solo de llenar la plaza, sino de mostrar que aún conserva capacidad de reacción y de liderazgo en un escenario adverso.

La movilización buscará condensar un mensaje amplio, con la participación de distintos sindicatos, organizaciones sociales y espacios que ven en la reforma un retroceso. Al mismo tiempo, funciona como un gesto hacia adentro, una forma de recomponer autoridad frente a una base que reclamaba acción concreta y no más silencio.

Plaza de mayo será el escenario de esa prueba. Allí, la CGT intentará dejar atrás semanas de inmovilidad y volver a ocupar un lugar central en la discusión pública, consciente de que, de no hacerlo, el costo podía ser mucho más alto que una salida tardía a la calle.